Manifiesto contra la OTAN global y llamamiento a la seguridad común
La OTAN es un obstáculo cada vez mayor para alcanzar la paz mundial. Ya no es la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Es la alianza militar más grande del mundo, con aliados y socios en Asia, África y América Latina. Desde el final de la Guerra Fría, la OTAN se ha reinventado como una herramienta para la acción militar, la guerra psicológica y para el acceso a recursos y mercados por parte de la «comunidad internacional» y para las intervenciones militares y políticas en todo el mundo. Con sus asociaciones y operaciones conjuntas, es un vehículo para el objetivo estratégico de Estados Unidos de dominar el mundo, reforzado por bases militares en todos los continentes, eludiendo a las Naciones Unidas y el sistema de derecho internacional, acelerando la militarización, aumentando el gasto militar y alimentando la carrera armamentística.
Los 32 miembros de la OTAN han acordado aumentar su gasto militar hasta el 5 % del PIB, a pesar de que estos países ya representan el 55 % del gasto militar mundial. Estos aumentos están destinados a financiar una división del trabajo: los miembros europeos de la OTAN se centran en Rusia, mientras que Estados Unidos se concentra en frenar a China. Rechazamos esta militarización peligrosa y contagiosa de nuestras sociedades y de las relaciones internacionales. Solo se provocará más inestabilidad y mayores tensiones, se socavará la Carta de las Naciones Unidas y los sistemas jurídicos internacionales, y conducirá a la recortes en gastos sociales y al colapso.
La expansión de la OTAN hacia el este ha creado una tensión creciente y una guerra con Rusia. La expansión global de la esfera de influencia de la OTAN, su política de confrontación con Rusia y China, y sus operaciones «fuera de zona», ponen en peligro la paz mundial. Los intentos de Estados Unidos y la OTAN de acorralar a China, incluida la militarización del mar de la China Meridional, han impulsado la vasta modernización militar de Pekín, y sus agresivas reivindicaciones sobre el 80-90 % de ese mar lo cual está creando nuevos y muy graves peligros.
Nunca hemos estado tan cerca de una tercera guerra mundial como ahora.
El sistema jurídico internacional, tan débil y vulnerable, se ha visto profundamente amenazado por la agresiva política de poder de Estados Unidos y sus aliados, y por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Para que nuestra visión de un mundo pacífico se pueda realizar, rechazamos las respuestas militares a las crisis mundiales y regionales. Pedimos un sistema político internacional basado en la idea de «seguridad común».
No estamos alineados con ninguna nación, nos negamos a vivir bajo el terror de las armas nucleares y rechazamos toda carrera armamentística y violación de los derechos humanos fundamentales. Debemos reducir el gasto militar y destinar los recursos a satisfacer las necesidades humanas y medioambientales. Debemos cerrar todas las bases militares extranjeras. Nos oponemos a todas las estructuras militares, incluida la falsa Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad (WPS) de la OTAN, que promueve la intervención militar. Debemos democratizar y desmilitarizar las relaciones entre los pueblos y establecer nuevas formas de cooperación pacífica para construir un mundo más seguro, sostenible y justo. Debemos volver a invertir en el fomento de la confianza para abrir el camino a unas relaciones internacionales y una cooperación pacíficas.
La disolución de la OTAN es un paso importante en la búsqueda de relaciones internacionales pacíficas. Debemos abordar los importantes retos planetarios y comprometernos a:
• Luchar contra el calentamiento global
• Lograr la prohibición mundial de las armas nucleares y alcanzar otros acuerdos de desarme
• Construir un orden económico y democrático internacional justo y erradicar la pobreza.
• Garantizar el respeto mundial a los derechos humanos.
Hacemos un llamamiento a todos los pueblos para que se unan a la lucha contra la OTAN global, para que construyan sobre nuestra visión de paz y para que se resistan a la peligrosa militarización de nuestras sociedades.
No a la guerra – No a la OTAN
Firma: Manifesto: No to Global NATO – Yes to Common Security